Quien más, quien menos, casi todos hemos aceptado cual dogma
de fe la teoría de que Cristóbal Colón, el descubridor del continente
americano, nació en Italia a mediados del siglo XV.
Ha corrido mucha tinta desde entonces y varias son las
nacionalidades que reivindican el origen del ilustre marinero, tal vez buscando
colgarse una medalla en el podio de la Historia, tal vez tratando de
desentrañar el misterio que pende en los anales de la Historia universal desde
hace más de quinientos años.
Lo cierto es que el propio Colón no quiso dejar claro su
lugar de procedencia, y eso en sí ya es una clave. ¿Por qué dejaría de
mencionar con naturalidad el lugar donde nació? Se cuentan por cientos los
personajes que han dejado huella en la Historia cuyos orígenes constan
documentados, tanto contemporáneos como anteriores al descubridor.
Por ello, causa extrañeza –como mínimo-- que, de ser cierto
el nacimiento en los alrededores de Génova del supuesto cardador de lana,
datado en 1451, se ocultara este dato o no se hiciera público, cosa que sí se
hizo con tantos contemporáneos de Colón nacidos en Génova o en otros lugares.
Pues bien, ha llegado a mis manos este verano un
interesantísimo libro titulado Colom
of Catalonia : origins of Christopher Columbus revealed (también publicado en catalán con el título Colom : 500 anys enganyats : per què s'amagà
l'origen català del descobridor d'Amèrica) que propugna la tesis de que
Colón no era italiano, ni tampoco portugués, corso, bretón, noruego o vasco.
Después de un pormenorizado y exhaustivo estudio de
antecedentes históricos y documentales, el autor defiende la única conclusión a
la que, a su parecer, apuntan todos los indicios: Colón era catalán.
Y quien defiende este interesante estudio no es ni un
catalán ni un español. Es un estudioso estadounidense llamando Charles Merrill,
quien pasó ocho años investigando antes de plasmar sus conclusiones en este
libro.
No voy a detallar el prolijo desarrollo de su teoría, porque
no es la meta de este artículo. Ni quiero hacer de este un panegírico patriótico
de Cataluña, tierra de origen de quien escribe este artículo. Téngase en cuenta
que el primero que defendió esta osada propuesta tampoco fue un catalán, ni un
estadounidense. Fue un peruano: Luis Ulloa (1884-1939), quien la expuso en el
año 1927. Y una gran polvareda se levantó en los siguientes decenios.
Desde luego, recomiendo esta lectura pues creo que es
plausible la teoría apuntada por Merrill.
En síntesis, después de estudiar con detalle y andar tras la
pista de Colón, Merrill llega a la conclusión de que el nombre Cristóbal era un
pseudónimo (según estudios precedentes), ya que su extraña firma decía
“Cristo-ferens”, esto es, “el portador del Cristo”, junto a otras siglas.
Su apellido, según explica, era COLOM (con M), que se
castellanizó a Colón (con N), como se ha hecho con numerosos vocablos (por
ejemplo, cederrón por CDRom, etc). El apellido Colombo es una traducción
posterior ya que el Cristoforo Colombo nacido en 1451 en los alrededores de
Génova simplemente era otra persona, un cardador de lana, sin cultura ni los
vastos conocimientos que poseía el verdadero descubridor, quien, muy al
contrario, era una persona de clase social alta y muy instruida, como
demuestran sus cartas manuscritas y los profundos estudios que realizó antes de
proponer su viaje a las Indias Occidentales a varios reyes de Europa (de
Inglaterra, Portugal, Francia y España), que de entrada lo despacharon
despreciando sus teorías.
Por cierto, no se ha conservado ninguna carta escrita por
Colón en italiano, ni siquiera a ciudadanos italianos. Curioso, ¿verdad? Otro
dato: algunos de sus contemporáneos en el reino de Castilla, como Bartolomé de
las Casas, comentaron que su hablar en español era comprensible, pero se notaba
que no era nativo de esa tierra (=Castilla). Téngase en cuenta que por aquel
entonces España no era lo que es hoy, sino una variedad de reinos, siendo los
principales Castilla (del que era reina Isabel) y Aragón (del que era rey
Fernando), y no, no se fundieron cuando se casaron: siguieron siendo reinos
separados con sus propias leyes y fueros. Pero cada uno era rey consorte del
otro y hay otras consideraciones que omito por falta de espacio.
En definitiva, los motivos que llevaron a Colom a ocultar su
lugar de origen, según Charles Merrill, fueron básicamente dos:
1)
Los hermanos de Colom y él mismo (que de joven
no era lanero sino corsario y un experto navegante) habían luchado contra el
rey de Aragón Juan II, padre de Fernando, el Católico, y eso era un antecedente
nefasto para su reputación. El trasfondo histórico es muy complejo; y el rey
Fernando (primo hermano de Isabel), ambos de la dinastía castellana de los
Trastámara, heredó los conflictos de su padre (Juan II) con los catalanes,
quienes, parece, no eran santo de su devoción.
2)
Isabel (reina de Castilla) prohibió a quienes no
fueran castellanos ir a las tierras descubiertas o comerciar en ellas; y los
que debían viajar allí que no fueran castellanos necesitaban una autorización
real. Esta prohibición se prolongó unos años sobre el papel, pero se vulneró en
la práctica. De haberse desvelado a sus contemporáneos que Colom era catalán,
el pueblo catalán entero se habría sublevado por el contrasentido de aquella
prohibición.
Que cada cual interprete el
enigma con su ojo de alquimista.
Así pues, el 11 de
octubre ¡feliz día de Cristóbal Colom para los Estados Unidos!
Y el 12 de octubre –fecha del
descubrimiento-- ¡feliz "día de la Hispanidad" para el resto!